Confesionario: I
I
He conversado contigo,
en las últimas noches;
mas, nunca te pido perdón,
supongo soy consciente
de no merecerlo;
siempre he sido triste,
pero..., ahora,
estoy, incluso, exhausto de ello;
alguna vez escribí sobre lo hiriente que es
amanecer desilusionado,
lamento conocer mi error;
es tormento mayor
haber perdido el tiempo,
y...,
pensar que quizá sea ya
demasiado tarde;
Dios, a menudo, visita mis pensamientos,
sólo entonces es cuando lloro;
una culpa inhumana me gobierna,
me desprecio cuando recuerdo
a los verdaderos
miserables;
pretendí rezar,
olvidé cómo hacerlo;
prometí dejar de escribir,
resulta imposible;
es triste pensar que sólo esto me queda;
es más triste despertar diario
tratando de ser un yo antiguo,
desilusionando a quienes te aman
en el intento;
el esfuerzo figura vano,
supongo de esto se trata vivir.
Lamento llorar,
al escuchar a los mártires,
por las noches recito mis lamentos
a todos,
menos a ti,
aún me consuelo
creyendo
tú sabrías comprenderme.
He conversado contigo,
en las últimas noches;
mas, nunca te pido perdón,
supongo soy consciente
de no merecerlo;
siempre he sido triste,
pero..., ahora,
estoy, incluso, exhausto de ello;
alguna vez escribí sobre lo hiriente que es
amanecer desilusionado,
lamento conocer mi error;
es tormento mayor
haber perdido el tiempo,
y...,
pensar que quizá sea ya
demasiado tarde;
Dios, a menudo, visita mis pensamientos,
sólo entonces es cuando lloro;
una culpa inhumana me gobierna,
me desprecio cuando recuerdo
a los verdaderos
miserables;
pretendí rezar,
olvidé cómo hacerlo;
prometí dejar de escribir,
resulta imposible;
es triste pensar que sólo esto me queda;
es más triste despertar diario
tratando de ser un yo antiguo,
desilusionando a quienes te aman
en el intento;
el esfuerzo figura vano,
supongo de esto se trata vivir.
Lamento llorar,
al escuchar a los mártires,
por las noches recito mis lamentos
a todos,
menos a ti,
aún me consuelo
creyendo
tú sabrías comprenderme.
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