Confesión
Confesión
Sombrío astro de mirar aciago,
bello heraldo de amores postreros;
mi triste talento
lo robé
de los rezos
de un Cristo desolado de cielo;
inhumano pecado de quien
promete un paraíso
por consuelo.
Albos luceros cautivadores
de mis quebrantos,
por el calor de tus labios
a Dios ofrecí
las apologías de mi soledad,
sinceras condolencias
por la pérdida
de un hijo más,
lamentaciones por evangelizar sueños.
Afable efigie de amor partido,
perdonadme;
si a la sombra de tu nombre,
decidí
enterrar el mío.
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