Pista de dos latidos

Pista de dos latidos

Errabundo mendigo en el susurro
de una palabra diurna,
mattina disculpa que atiza la herida
por un sueño inconcluso;
inefable candor de orador ignoto,
engaño piadoso,
pecado inadvertido merecedor de paraíso;
funérea ofrenda a los inválidos miserables,
mohína dicha escondida
en la voz
de una oración
que confía
tener escucha.

Errabundo mendigo en el susurro
de un canto albo,
vívido recuerdo cíclico,
pista de breve rezo inconcluso;
soterrando
el resto del funesto misterio
en la tristeza
de un amado mirar inocuo.

Comentarios

Entradas populares