Conclusión

Conclusión

Encanto de lluvia otoñal
poseía su mirar;
clemencia de lágrimas de versos
de un octubre adolecido,
cuyo nombre
es sólo un epitafio postergado.

Es tarde ya,
Cristo llora para no sentirse sólo;
su calvario 
es el umbral al suicidio,
y no la esperanza
de que mañana,
tras su ausencia,
llegará un mejor día.

Comentarios

Entradas populares