Viandante de tempestades

Viandante de tempestades

Se diluye la sombría figura 
de su voz
con el diluvio de una palabra;
en el sepulcro 
de su mirar
la soledad soterra una súplica,
mohíno silencio mortecino
de amado desconocido, 
afable venia redentora
de corazón adolecido
por el fatídico latido
de un estigma,
entenebrecedor susurro 
de una muerte anunciada.

Lóbrego, cándido navío,
aciago,
perdido;
náufrago devoto de litúrgico luto
que reza sollozos
por la misericordia 
de una inocente alma,
mártir peregrina de esperanzas;
viandante crucifijo indolente,
apóstol cantor de fútiles plegarias.

Infausto caminante sempiterno,
lamento ser la tempestad
que llora a tu sombra.

Comentarios

Entradas populares