Llora el alma
Llora el alma
Vierte el alma
lágrimas de esperanza
en la lóbrega fosa de su corazón;
sepulcro marino
de aciago soñador,
refugio demolido
de afligido pecador,
limosna
de devaluada fe
de devoto cantor.
Ahogada en lo profundo de su pena
vierte lágrimas de esperanza,
el alma;
mientras sueña
con el recuerdo
de aquello que es lejano ahora;
mientras escucha
las palabras
de aquella voz
que alguna vez fue suya;
mientras compadece
la desolación
de aquella mirada que no vislumbra
más que tinieblas;
mientras percibe
el impío suplicio penitente
del hijo de Dios,
cuyo único pecado
fue haber sido diferente.
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