Cristo suicida

Cristo suicida

Furtivo mandamiento,
inhumano, despiadado,
comandado por un mirar de neblina;
divino castigo de corazón devoto,
con amor perdido,
cuyos latidos 
aún rezan,
sin fe,
por penitencia,
lamentos por una esperanza muerta,
recuerdos ciegos de una sonrisa,
la pena de un diablo
que deseó ser Cristo;
la culpa de un crimen,
cometido por Dios.

El insomnio de un sueño,
su desdicha me confesó;
y me tatué su tristeza
a fin que viera
mío, también, su dolor;
mas, de nada sirvió.

El mirar de un Cristo suicida
me contó su pecado,
mis lágrimas añoraron consolarlo;
mas, encontró, en mi silencio,
el estigma
de su cruz.

Lo siento,
pero no puedo,
seguir rezando.

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