Deber
Deber
Voluntario preso resignado
a la falaz caridad
de una monotonía artera
de esperanzas;
entre suspiros,
remendando
las heridas de un andrajo
de corazón.
-¿Eres feliz ahora?-
Voz de candor,
sincero deseo de bien ajeno.
-¿Verdad?-
Condolencia de una bondad
que encontró,
en un ofuscado mirar,
el dolor
de un huraño luto.
-Sí..., debo serlo.-
Triste pena sempiterna,
tributo de un silencio.
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