María
María
En el fondo de un arcano vacío
se esconde la tristeza de María;
Dios aún no sana su pena
por haber arrobado a su hijo.
Bajo un sepulcral silencio,
María mantiene guardado
perenne luto a su dicha,
lúgubre peripecia
que tañe las miserias de un cielo.
Tras la mirada de María
se encuentra el suplicio
del amor verdadero;
una límpida, inocente venia
por un furtivo escozor.
En los célicos hálitos de María
viajan lacias plegarias
que propalan
la indolencia de Dios.
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