Fuga

Fuga

En el recuerdo de la ausencia del fulgor
de una mirada desconocida,
hechicera,
que partió,
reside el impío susurro
de la palabra de Dios.

En el huraño llanto de una nostalgia
abandonada por el fatuo, 
artero amor
de una pérfida esperanza,
reside el lúgubre canto
a un sueño que feneció.

Las memorias tributan sus vidas 
por un consuelo prometido.
Los días de luto de una noche desolada
perdieron su fin,
tras tanto esperar
por un Sol que jamás regresó.

Una voz murmura,
se dice llamar yo;
mas en sus palabras no se escuchan
los ecos de la ciudad doliente;
la cuestión lacerante
de quién vela,
quién duerme;
el suplicio de un Cristo
que ha sido abandonado por Dios.

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