Te he estado perdiendo

Te he estado perdiendo

Te he estado perdiendo,

pese a que jamás te tuve.

He comenzado a olvidarte,

aun cuando nunca te conocí.

El candoroso silencio de tu voz

se torna, 

tras cada alba,

más lejano, 

más extraño,

más ajeno.

Las palabras que nunca proferiste,

de mis memorias, se destiñen.

Poco recuerdo de los sueños

que no me confiaste.

Y en los últimos días,

comienza a figurar un hastío

el siquiera pensar en el final

de nuestro, 

mi,

quimérico amorío.

Los días ya no mencionan tu nombre,

las noches ya no duermen contigo.

Los humildes versos 

que anhelaban con enamorarte,

se han resignado a morir en soledad.

Quizá sea lo natural,

lo justo, lo correcto;

y sin embargo, lamento decirte que

te he estado perdiendo.