Pocas palabras
Pocas palabras
Se distorsiona, pierde, huye su tono;
se esfuman, consumen sus palabras;
la voz se quebranta, teme, llora,
sus silenciosos sollozos se drenan,
coagulan, lastiman;
se derraman sus tristezas, sus suplicios,
sus penas,
una hemorragia de esperanzas muertas,
lágrimas desérticas.
La voz titubea, tiembla, se atrofia,
confesiones hurañas, mudas,
desgarran su alma.
El temerario mirar
que de su virtud fue privado,
lacera, amedranta, tortura;
muestra con recelo, desprecio, una insondable penumbra.
Poco resta para seguir soñando,
poco queda para seguir recordando.
La vida agoniza,
a su lado se mantiene
su devoto, confidente silencio.
Un antaño, amado geranio se marchita,
mas el dolor florece.
La muerte de un conocido se aproxima,
pavoroso es su espera,
desalmado el saber que llega.
Restan pocas,
no te compadezcas:
átalas, fúndelas a tu presencia;
memorízalas,
guárdalas, grábalas con tinta nostalgia,
como el epitafio a tu recuerdo.
Restan pocas,
preserva el mohíno titileo de su fulgor.
Restan pocas...,
es mejor
resignarse a perderlas.
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