Ruleta de desdichas

Ruleta de desdichas

Se diluyen los momentos

con las lágrimas del desprecio,

impotencia, desilusión;

por la traición

de una frívola, pusilánime memoria

que ante cada lamento

que manifiesta, emana, confiesa,

el susurro de la desolada luna;

asesina, tortura, mutila al recuerdo

haciendo de su retrato,

la neblinosa, desteñida,

panorámica del paraíso olvidado;

embalsamando con adicto dolor al ser;

arrobando, despojándole

de las compasiones que le justifican;

floreciendo narcóticos sueños

que le esfuman;

reduciendo su sufrir,

al polvo gris,

inservible, de azules esperanzas.

El vigor, fervor, ímpetu

se evapora, 

el calor de necesidad de piedad,

abraza con misericordia,

quema;

las voluntades son sordas,

los pensamientos son ciegos,

las piedades callan,

el dolor fantasma reprime,

el pasado lacera,

el presente condena,

el ser no atiende a su propio auxilio

ni siquiera su voz recuerda.

El silencio de los cielos amedrenta,

el ser no es siquiera digno de 

una respuesta,

que brinde sentido, 

que mienta por cariño,

que le hunda,

que le eleve.

El amor enamora, mas no besa;

guajiro es acariciar los labios

que otorguen el eterno letargo.

Abril se despidió del invierno;

la Luna al Sol dio la extremaunción;

la soledad guarda fiel, leal luto a su amor,

el silencio a una voz.

Difícil es, que tu ausencia

sea mi eterna compañía;

mas cuando muera, le crearé

a tu imagen, a mi semejanza,

le dotaré de todo lo que no poseo

y que tanto anhelo.

Todo he perdido,

mas, pese a ello,

me mantengo empedernido,

en el juego de soledades;

apostando esperanzas,

ganando desdichas, pesares.