Confesión de amor
Confesión de amor
No aprecies el sepulcral silencio
que priva a indignas palabras
de su infame vos.
No siembres esperanzas
en la fatua promesa del confidente ser;
los cambios son injurias,
desprecios, inquinas,
al verdadero amor;
el reflejo es una figura
difícil de contemplar;
el yo es un término
imposible de comprender.
Pierde toda fe
del sueño heredado,
compartido,
bautizado porvenir;
es sencillo sumergirse en el abismo,
es hiriente anhelar salir.
Susurra plegarias en perdón de
las tinieblas,
el divino consuelo
de la añorada, célica dádiva,
es fútil prueba de fidelidad,
sin recompensa,
sin decoro,
sin honor.
No anides ilusiones
en infértiles palabras;
ruines, banales, despreciables,
son sus intenciones
de imitar emociones, sentimientos.
No ofrendes tu amor
a quien por cobardía,
sucumbe al silencio.
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