Recuerdos de un desconocido

Recuerdos de un desconocido

Dímelo; sé que deseas hacerlo, has permanecido tanto tiempo en silencio; no, no te atormentes, no me tengas miedo, sé que necesitas confesarte, tan sólo deseo ayudarte. Sí, lo confieso, me resulta imposible mentirte, mas no me juzgues, puesto que yo al igual que tú, he sufrido. Créeme al decirte que lo lamento, mas solo trato de hacer lo necesario para seguir creyendo que algún día seré desterrado de este infierno. En verdad lo siento, siempre he sido un egoísta, engreído, mas mi único pecado ha sido querer ser amado, al igual que cualquiera. Qué tormentosa pena tiene el que sueña con vivir mientras vive, que nunca termina por despertar, que solo aprendió a llorar y nunca pudo reír. 

Dímelo, te lo imploro, dime cómo era antes todo, no me condenes a morir sin recordarlo. Tú mueres por un par de oídos, yo toda una vida por tus susurros, he esperado. Que miseria la nuestra de habernos refugiado en el austero silencio. Poco sirvió el callar en espera de no lastimar. Poco sirve saber qué decir cuando se es imposible hablar, anhelar escuchar cuando el mundo es vacuo, distante, mudo.

Cuanto me hubiese encantado el haberlo escuchado todo de nuevo: tu sonrisa, tus ilusiones, tus cantos, tus sueños. Juro ofrendaría mi espíritu al longevo tormento, a cambio de poder recordar aquello que no fuimos capaces de apreciar, aquello que lejos se ha ido para jamás regresar. Algunos mencionan nunca fue nuestro, mas, en ocasiones, mis pensamientos pretenden brindarme consuelo, diciendo que el amor no conoce dueños; sin embargo, me ahogo en mi propio llanto de odio y remordimiento, si nunca fue mío, por qué me fue prestado, si lo fue, que deleznable descuidado soy, por el haberlo perdido.

Que ingenuos, despreciables, míseros somos. Me mantengo siempre en un amedrentador, fútil, porfiar, si mio fue, habré de guardarlo con recelo, mas cómo fui capaz de olvidar el lugar. 

Que atroz acto habré cometido para ser tan cruelmente castigado. 

Era mío, y me fue arrebatado por un cínico y despiadado egoísta.

Me gustaría recordar todo antes de su partida, pues es allí en donde reside mi vida.

Comentarios

Entradas populares