Te negarán

Te negarán

Sé, que llegado el momento en que mis palabras grises sean sepultadas por la libertad del silencio; en que el tiempo compasivo se apiade y dé abrigo, hogar, sentido a mis tinieblas; en que las miradas aprecien el fulgor póstumo de la vida; te habrán de negar. Negarán tu existencia, te atribuirán, reconocerán, como un desquicio de mis demencias; un delirio, estímulo ante mi abominable soledad; un fantasma de compasiones ante tantos suplicios; un sueño ante tantas tormentosas realidades. 

Sé que te habrán de negar; concibiéndote como el arquetipo de mi sublime dicha, como el deseo perfecto al cual añoré durante todos mis días, como mis diálogos esperanzadores frente a la luna, mis conversaciones melancólicas con el ocaso, mis llantos ensordecedores ante el alba. 

Sé, sin embargo, que habrá para quienes tú seas verdadera. No obstante, mis mayores remordimientos yacen en ellos; puesto que, te confundirán con cualquier otra, te relacionarán, erróneamente, con un nombre falso; te aprisionarán en otra persona. Me desgarrará la culpabilidad a lo largo de la longeva, sórdida penumbra por el haberte aprisionado.

Sé que existirán quienes intenten buscarte, al igual que yo lo hice. No cesarán hasta encontrarte, saber tu nombre, ese que yo busqué en el silencio, el cual me condenó a callarlo, recitándolo sin cesar, quedando grabado en el poemario de mis pensamientos. Intentarán encontrarte, mas parecieras no existir, en las charlas no se evoca tu recuerdo; para quienes te conocieron, tan solo fuiste una más.

Sé que habrá quienes se pregunten si exististe, mas no tengo respuesta, ya que siempre me lo he preguntado. Me he dirigido a ti de manera devota, religiosa; ofreciéndote mis palabras, pensamientos, plegarias, deseos; sin embargo, me he resignado a jamás conseguir respuesta alguna, a vivir sin esperanzas. Te he visto en más de un par de ocasiones, no obstante, los ojos suelen mentir por amor.

Sé que llegará pronto el alba a preguntarme si en realidad existes, y al igual que todos..., te negaré.