Otra historia de amor


Otra historia de amor

El anhelo se vuelve realidad; el momento deseado florece; mi existencia perdida se presenta ante mi mirar; el retorno ha sido asesinado, nunca ha existido otro sendero, el camino siempre ha sido recto, una mirada firme ante el cegador ocaso. 

El momento ha llegado, no existe duda alguna. Su recuerdo es ahora presencia; mas, aún se mantiene tan lejana. Su mirada aún posee tristeza; sus pupilas conservan aún mentiras; su cabello continúa protegiendo la noche detrás del día. Sus encantos relucen pese a la penumbra del silencioso cielo. Los trazos tenues que la revisten se pierden ante las lágrimas gélidas del inconsolable mundo. Sus ojos siguen expidiendo llamaradas de infernal perfección; sus labios mantienen su fiel voto con el leal silencio, la luna parecer ser todavía su único confesor.

El presuroso tiempo se detiene ante su presencia; todo resulta ser igual, el hoy es un ayer. Sin embargo, ella no se percata de nada, se mantiene inmutable. Mis heridas son imperceptibles, vacuas, inexistentes, para ella; mi dolor es fútil, incompensable; mis lágrimas y sangrado son incomprensibles, innecesarios. Continúo siendo un fantasma prisionero del olvido, para sus fulgores.

La vida reclama su venganza, exige sangre; el sufrimiento implora ser apreciado. El asesino, cazador de almas, se aflige; los trofeos llamados muertes pierden importancia; el valor se esfuma, el miedo retoma el imperio. Empapado de lluvia carmesí, alentado por auto repudio, me veo ante ella, mas ahora comprendo que las esperanzas acostumbran a maquillarse para ser amadas. Las verdaderas heridas comienzan a abrirse. Mi cuerpo no responde a mis endebles decisiones; mis armas abrazan el suelo. Mi objetivo se matiza imposible, jamás seré capaz de firmar punto final a la tortura; soy incapaz de asesinarla; soy tan solo un prisionero más, su significado sublima mi existir. Mi empresa se desmorona; el fin es tan solo el inicio del eterno ciclo. Inerme, al igual que ella, e inerte, me encuentro ante ella, con el falso propósito de asesinarla, puesto que, mi vida siempre ha tendido de su voluntad.

Comentarios

Entradas populares