Las alegrías que no pude dar

Las alegrías que no pude dar

He de ofrecer una disculpa a mis queridos, por todas aquellas alegrías que no fui capaz de brindar; por todos aquellos momentos dichosos que se evaporaron con la llama de la desgracia; por aquellos deseos que se disolvieron y dejaron, en pos, tan sólo el dolor del arrebato, de la ausencia; por aquella placentera vida que ahuyenté con mi llegada.

He de ofrecer una disculpa, por todas las tristezas y angustias que procreé; por hacer del futuro una pesadilla y del presente una tortura; por condenar, en lugar de dar libertad; por matar, en lugar de dar vida; por ausentarme aun sabiendo que soy un todo; por desilusionar aun ante la desesperanza; por ser tan solo un dañino pasatiempo; por malgastar el tiempo que no me pertenece.

He de ofrecer una disculpa a mis queridos, por las alegrías que no pude dar y las desdichas que pude engendrar; por tener la osadía de haber nacido, y ser tan cobarde para nunca a vivir haberme atrevido; por no poseer el valor de disculparme y escabullirme en silencio.

Comentarios

Entradas populares