Santuario de Ilusiones

Santuario de Ilusiones


-Oh santuario de eternas y hermosas ilusiones; por qué te presentas ante mí aquí y ahora, por qué no fuiste capaz de hacerlo en aquellos lejanos ayeres cuando te deseaba con todas las fuerzas de mi ser, por qué te presentas ante mí sabiendo de antemano que mi tiempo está a punto de fulminar ¿Es acaso recinto de mis más profundos y deseados anhelos que te alimentas y disfrutas de mis más fuertes tormentos? ¿Es acaso que mis sufrimientos son las causas de tus alegrías? Sabes tú muy bien palacio de mis felicidades que mi tiempo está por terminar y que a tu lado, por más que lo desee jamás podré estar. Dado a ello es mejor que te apartes de mi vista y busques a otra víctima más cuyos sueños residan en donde alguna vez estuvieron los míos. Es mejor que te marches y me dejes ser víctima de mis sufrimientos, pues es ahí a donde en realidad pertenezco. 

-Me causa tanta alegría así como tristeza el hecho que me hayas guiado a ti nuevamente después de tanto tiempo. Después de todo, bien tú sabes que eres el único que me puedes traer ante tu presencia así como apartarme de ella. Sé muy bien que demasiado tiempo ha pasado desde el último encuentro que tuvimos así como me he enterado por medio de aquel que todo dispone, que tus días están por terminar y que un nuevo recinto te corresponderá. Mas sin embargo, como uno de los eternos lo estipula, no importa cuanto te regalo sino cuanto hagas con él. Dado a ello me pongo nuevamente a tu merced eterno soñador. Sabes tú muy bien que no soy yo quien dispone el que en mi tú residas, puesto que eso le corresponde al poseedor del mañana eterno, aquel que todo lo dispone. De igual manera sabes que no puedo garantizarte felicidad alguna, puesto que ese es uno de los dos senderos por los cuales te puedo guiar, el otro es el cual te tiene por esclavo ahora. Lo único que puedo garantizarte es el acompañarte por el resto de tus días, como lo que soy y a donde pertenezco, una ilusión fruto eterno de los sueños. No soy quien mereces dado que sabes que el que tu buscas es el que me eclipsa con su eterno resplandor glorioso. 

-Es tanta tu hermosura fuente de mis placeres que aquel por el cual haces acto de inferioridad no tiene relevancia alguna para mí. Bien sabes tú santuario de ilusiones, que eres mío, eres eso que nadie me puede despojar, puesto que soy tu creador. Eres tú mi sueño eterno por el cual alguna vez deseaba vivir y con el que siempre he deseado morir, puesto que solo contigo siempre seré feliz.

Comentarios

Entradas populares