Las cartas de Sir Arthur

Las Cartas de Sir Arthur

“Una de las pocas cosas que están grabadas en piedra; es el pasado”

DocMundus

"El tiempo es el peor enemigo del hombre, puesto que éste le hace ver sus errores"

DocMundus

26-Nov-1997

Escribo la presente carta no con el fin de justificar mis actos así como tampoco con la finalidad de recibir o buscar piedad o misericordia de aquellas personas que lean esto.

Escribo esta carta a fin de testamento, como un juramento, un deseo de venganza, venganza de sangre, sangre de aquella persona que me trajo a esta situación, a esta maldita pesadilla.

Lo conseguiré, no aquí y no ahora, de que me serviría, nada en estas circunstancias traerá a mi amada de nuevo a la vida. Nada se puede restaurar un vaso quebrado, más sin embargo, tengo la fe de que alguien o algo puede ayudarme a prevenir tal accidente. Sé que todos tenemos una segunda oportunidad para solucionar las cosas  así que tomaré la que por derecho me corresponde.

Detendré a ese maldito enfermo que intentó abusar de mi esposa cuando ella salió de nuestra casa justo después de que tuviésemos una discusión. Sé que quizás no fui el mejor esposo, pero… ¿qué pareja no discute? Yo solo intentaba protegerla, tomé el arma y disparé, pero ese maldito cobarde utilizó a mi esposa como un escudo.

Juro que solucionaré esto así tenga que hacer un pacto con Lucifer.

26-Nov-1997

Después de 30 años, me gustaría decir que todo lo que he hecho ha valido la pena pero lamentablemente resulta todo lo contrario.

Quizás a estas horas estaré escribiendo al mismo tiempo otra carta, más sin embargo, tengo por seguro que no serán iguales.

Después de 30 años pude verla de nuevo, cada vez un poco más de cerca mientras intentaba cuidarla al igual que desde aquel primer día que la vi. Mas sin embargo, cuando estuve lo suficientemente cerca de ella, angustiado tratando de evitar que aquello sucediera de nuevo, pude ver a través de sus ojos, ese amor inconmensurable así como también fui capaz de ver la verdad absoluta, pude ver que ella me protegería de todo, inclusive de mí. En cuanto escuche el disparo lo comprendí todo y no tuve otra opción más que salir corriendo, deseando escapar de esa pesadilla que me ha estado atormentando a lo largo de estos 30 años y muy seguramente continuará haciéndolo hasta el fin de mi existencia.

Tras comprender que por más que corriera no tendría escapatoria alguna, es por ello que escribo esta carta con el deseo que alguien más comprenda lo que yo a primera instancia no supe ver:

“No hagas de tu futuro un tormentoso pasado”.